Simplificaciones

Se cuenta que en cierta ocasión un colega  le pidió el teléfono a Einstein, y éste  se puso a buscar su propio teléfono en la guía telefónica, pues no se lo sabía. El colega, estupefacto, le pregunto que cómo era posible que no supiera su propio teléfono,  y él respondió que puesto que sabía como encontrarlo no necesitaba memorizarlo. Otros relatos de la anécdota cuentan que respondió que no tenía la costumbre de llamarse a sí mismo.

Einstein era también conocido por su costumbre de no usar calcetines, incluso en las ocasiones más solemnes,  y ocultaba este hecho usando botas altas. La razón que esgrimía era  que no  es sólo  más cómodo sino que había observado que el dedo gordo de su pie siempre terminaba haciendo un agujero en el calcetín, y para evitar esto había decidido no usar calcetines.

También cuentan que sólo tenía tres trajes iguales  con camisas idénticas para no tener que dedicar tiempo todas las mañanas a decidir  qué ponerse. Esta es una anécdota probablemente apócrifa, a juzgar por las fotografías, sobre todo después de casarse con su segunda esposa, la que según parece tenía voz y voto en el atuendo de Albert. En todo caso, la simplificación seguía existiendo, pues la función de selección del  atuendo estaba externalizada en su mujer, que tenía que dedicar tiempo de computación a pensar qué podría conjuntarle mejor al sabio.

¿Qué otros trucos conocéis o utilizáis para simplificar vuestras vidas?

Yo siempre pago la consumición en un bar inmediatamente después de pedir, así evito el tener que volver a intentar captar la atención del camarero para pagar en el momento de marcharme.

Cuando tengo que elegir el menú sigo la regla de los treinta segundos, que consiste en elegir  en menos de ese tiempo,  con lo que ahorro tiempo computacional, que puedo dedicar a observar el local, hablar con los comensales, o simplemente quedarme tranquilo sentado sin pensar en nada en especial.

Mis correos electrónicos no tienen asunto, no tienen mi nombre al final, puesto que ya figura en mi dirección de correo, y aspiro a no superar las tres líneas en el mensaje. También me estoy replanteando la necesidad de decir hola y adiós.

7 comentarios sobre “Simplificaciones

  1. Antes de seguir, enhorabuena de nuevo por el blog. Las anécdotas que cuentas de Einstein me trajeron a la cabeza otra que vi en un documental sobre Stephen Hawking en el que la madre narra cosas de su vida. Comenta que cuando Stephen era niño, era el más abierto y amable de la familia. Si llegaba alguien a casa de los Hawking, para empezar se encontraba la puerta abierta, y gente (la familia) desparramada por los sofás sillones leyendo con concentración. La puerta abierta evitaba interrumpir la lectura. Solo Stephen (de unos 10 años) salía a recibir al huésped, mientras el resto de la familia ni pestañeaba en sus lecturas ni cambiaba de posición mientras el invitado deambulaba por allí. Ese era pues, el ambiente familiar del niño Stephen Hawking.

  2. ja, ja! yo hago lo mismo a la hora de pedir en los bares! Lo único malo de eso es que estamos yendo en contra de una costumbre única en europa.
    El asunto del correo electrónico es sobre todo para que el destinatario organice mejor su bandeja de entrada y encuentre el mensaje que busca más rápidamente.

  3. Que tal!

    Grande post!, son escritos como estos los que me hacen pegar un brinco enorme dentro de mi comprensión de como simplificar nuestra vida, excelente aporte

    Saludos!

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